Período
de Adaptación
Un Gran Proceso…
Sabemos lo difícil que es tomar una decisión al
momento de elegir una institución para nuestros hijos, pero una vez realizada
dicha elección comenzarán a recorrer otro camino no menor…..depositar la
confianza en ella al momento de tener que dejar en ese espacio a sus niños.
En el nivel inicial a menudo escuchamos hablar del
período de adaptación, no todos los padres saben a que nos referimos y cual es
la verdadera importancia de dicho proceso.
¿Qué es el período de adaptación? ¿Porque es
necesario realizarlo en el jardín? ¿Cuales serán los beneficios? ¿Qué duración
tiene? Son algunas de las preguntas mas frecuentes que escuchamos.
Partamos explicando que adaptación es el proceso
donde lo desconocido se transforma en conocido.
Pensemos que el jardín le abre al niño un nuevo
mundo, donde comenzará a recorrer sus primeros pasos hacia la socialización con
pares y adultos desconocidos a su entorno familiar y si bien ello generará una
función importante en su desarrollo ya que complementa la acción educadora de
la familia es un momento de muchas emociones no solo para los chicos sino
también para los adultos.
Es necesario destacar que la adaptación no será la
misma en los mas chiquitos que en niños mas grandes donde ya tienen
capitalizada otra experiencia.
En el primer caso el proceso se centrará
fundamentalmente en lograr despedirse natural y espontáneamente de sus papas.
Es importante para ello no generar ansiedades al
respecto, transmitirles seguridad y tranquilidad los contiene para que puedan
establecer y construir vínculos de confianza que les hagan de red al momento de
la ausencia del adulto acompañante.
Brindarles tiempo en esta primera etapa es la mejor
inversión que podamos hacer, ellos necesitan conocer su entorno, el espacio
físico, pares, adultos que circulan en la institución y empezar a relacionarse
paulatinamente con su maestra.
Durante el transcurso irán adquiriendo mayor
confianza y seguridad en si mismos relacionándose con otros e irán
internalizando la figura de su mamá para entender que sus papas van y vienen,
que no lo dejarán y solo lo harán de manera temporaria para que él disfrute y
se divierta con amigos.
Son muchas las emociones que se ponen en juego y en
este proceso no solo están involucrados los chicos sino todos los que
participan en él (niños-padres-docentes-Institución), cada uno lo vivencia
desde su rol y de manera diferente….
El chico está registrando montones de nuevos
estímulos, posibilidades y formas de relacionarse, de jugar, de moverse y otra
rutina en su vida.
El maestro se siente expuesto a las miradas lógicas
de los padres quienes observan permanentemente como se desenvuelve, que
recursos utiliza, que intervenciones realiza.…
Los padres pueden comenzar a experimentar
sentimientos contradictorios, nuestros hijos comienzan a generar independencia,
a tener un espacio que les va a ser propio….si bien en un principio podrán
participar, esto no será permanente y al momento de despedirse será un lugar
que les pertenecerá solo a los chicos donde la familia podrá acceder a través
de lo que ellos quieran contar y de la información que la maestra y/o
institución les proporcione, algo del control y de la mirada como padres
comienza a diluirse y poder asumirlo a veces no es fácil pero forma parte del
crecimiento y esa es la tarea mas difícil que tenemos como padres.
Por otro lado puede ocurrir que a los papas les
cueste mas separarse que a los propios chicos y ese sentimiento comienza a
aparecer en el transcurso de la adaptación, por un lado deseamos dejarlos
porque sabemos que es importante para ellos, que elegimos algo que los va a
estimular, que será de aprendizaje y diversión pero por el otro lado no es
fácil empezar a compartir el amor de un hijo con un “extraño”, pensar como van
a ser cuidados y atendidos, si podrán entender y cubrir sus necesidades, que
intervenciones harán frente a un límite o como mediarán en una situación de
conflicto con otros pares, son algunas de las incógnitas que se ponen en juego
y es por eso que necesitamos tiempo y confianza en la Institución que
elegimos.
El
proceso propiamente dicho….
Dentro de éste proceso no hay nada lineal, en
general hay estrategias que se van siguiendo pero todo va a depender de las
características del grupo y de las necesidades individuales.
En ocasiones ocurre que lo que observan los papas
por fuera del ámbito escolar es diferente al momento del inicio. Hay chicos que
son muy desenvueltos, sociables y entonces presumen que su adaptación será
rápida pero ocurre lo contrario, otros en cambio manifiestan ser mas tímidos o
apegados a sus papas y/o familiares mas
cercanos y por ello suponen que el proceso seguramente será más difícil o
extenso.
Nada de lo antes dicho es un indicador certero para
predecir como será el proceso que cada niño y/o familia realice al momento de
ponerlo en práctica.
Es importante manejarse con un ritmo grupal en el
planteo de las diferentes actividades pero sin perder de vista lo que necesita
cada uno. Seguramente durante los primeros días el horario sea reducido para
que paulatinamente se puedan acomodar a la nueva rutina y la vayan incorporando.
Será facilitador que en un principio los padres se
muestren participativos, dispuestos a jugar junto a sus hijos acompañando a la
docente en las propuestas y que sea solo un adulto el que se haga presente. En
la medida que los chicos logren vincularse con ella y puedan prescindir de quienes
acompañan, éstos se irán corriendo del espacio físico (acordado con la maestra)
para darle paso a esa nueva relación y posterior despedida.
Seguramente el proceso demore días o por el
contrario para sorpresa de algunos se genere de manera mas espontánea pero
pueden ocurrir diversas cuestiones y eso va a depender del proceso de cada niño.
Que puede
suceder en medio del proceso….
Algunos son mas reticentes a relacionarse, se
muestran tímidos y prefieren observar, otros por el contrario se entregan
rápidamente al juego disfrutando de ello sin inhibición.
Estas características suelen atravesar los procesos,
muchas veces empiezan seguros, logran jugar y vincularse pero transcurridos
unos días comienzan a registrar la rutina, lo nuevo pasa a un segundo plano y
es ahí cuando toman conciencia de la situación y empieza a aparecer el apego,
necesitando la compañía. Cuanto mas conciencia de la situación tienen mas
difícil puede tornarse la despedida.
Esto último no es un dato menor a tener en cuenta
porque en ocasiones resulta mas difícil adaptar a chicos de 3 años que a los de
1½ o 2, aún aunque los primeros hayan
tenido experiencia anterior, el nivel de conciencia es mucho mayor….tendrán
incorporadas rutinas, hábitos y amigos pero no quieren alejarse de su mamá, eso
vuelve a llevar un tiempo con lo cual hay que adaptar no solo para reafianzar
la despedida sino para realizar el pasaje de sala y de docente con quien deberá
crear un nuevo vínculo.
En estos procesos lo importante es poder despojarse
de las comparaciones, cada uno lo hará según su personalidad y sus propios
tiempos….no hay mejores ni perores, solo hay maneras diferentes de atravesarlo
y a eso se apunta con la mirada personalizada.
En el transcurso puede haber idas y vueltas, cada
avance se capitaliza aunque en ocasiones pareciera haber una involución debido
a que quizás vuelvan a necesitar compañía cuando ya no la necesitaban y aún
mas, cuando ya lograron despedirse, pero lo mejor que podemos hacer es armarnos
de paciencia y volver a acompañarlos. En ocasiones esos retrocesos son pequeños
enviones para dar saltos cualitativos.
Otro dato a tener en cuenta es que los chicos que ya
lograron adaptarse y despedirse se sienten seguros y tranquilos con lo cual no
se “contagian” por ejemplo: cuando un par está acompañado por su mamá, o porque
algún amigo llora debido a algún motivo que lo atraviesa. Seguramente en ese
caso podrán preguntar, mirar con curiosidad o sorprendidos, pero si ocurre que
piden compañía o comienzan a llorar es porque aún no estaban totalmente
preparados, necesitando un poco más de tiempo para lograrlo.
Algo fundamental es el hecho de explicar y poner en
palabras. El adulto (docente) es el encargado de contener y de manejar las
situaciones, si esto ocurre ellos se sentirán aliviados y contenidos porque
podrán entender y sentirse cuidados. Recuerden que los niños en sus primeros
años de vida pueden comprender mas de lo que pueden decir, es muy valioso
abrirles ese canal de comunicación ya que con ello les proporcionaremos un abanico
de posibilidades.
Por último, una vez que se plantee la despedida, es
conveniente que la misma sea rápida y con alegría, los chicos tienen que tener
registro de la situación pero a su vez continuar entretenidos y con su
actividad, es muy facilitador para ellos y para la docente saber que contamos
con ese apoyo ya que si la situación se dilata demasiado, en muchos casos
sucede luego que no se quieren despedir.
Resumiendo
y para tener en cuenta….
Es importante que los papas se muestren seguros y
tranquilos frente a la elección para que el proceso sea exitoso, en la medida
que duden o se angustien los chicos lo percibirán y será más difícil lograr la
adaptación.
Es necesario prepararlos hablándoles del jardín y de
su primer día con alegría, llevarlos con anticipación a recorrer el lugar, el
espacio físico y visitar a su maestra.
Nunca se escondan o se retiren sin despedirse, los
niños deben hacer registro de ello.
Durante éste período intenten no cambiarles hábitos
y rutinas, no es el mejor momento para hacerlo ya que necesitan un marco de mayor
contención y seguridad. Están atravesando un momento muy importante.
Llegar en los horarios pactados es fundamental para
continuar avanzando sobre la seguridad que sus papas llegarán a buscarlos y
evitará angustias.
Son momentos únicos para nuestros hijos y por ende
para nosotros como padres….poder acompañarlos será de gran beneficio a futuro,
algo que quizás ellos no recuerden pero que quedará grabado como una huella
para siempre en sus vidas!!!!!
Disfruten juntos ♥
Miriam GoldsteinProf. Nivel Inicial
Directora General