El Objeto de Apego,
Acompañante o de Transición
Su sentido y funcionalidad en la primera
etapa del niño…
Muchas
veces hemos escuchado hablar de éste objeto que suelen utilizar los niños desde
temprana edad, pero…¿En verdad cuando hablamos de ello sabemos a que nos
referimos?
Para
poder introducirnos en el tema debemos aclarar cual es el concepto que se
utiliza en psicología referido al tema. Un objeto de transición es un objeto
material que acompaña al niño y le sirve de apego, el mismo puede ser una
manta, un peluche, un muñeco, etc, la función que cumple ese objeto es suplir
ciertas funciones de la madre al momento de su ausencia.
Dicho
esto podemos desprender la importancia que tiene tal elemento en la primera
infancia ya que ese objeto genera placer y seguridad, por eso la necesidad de
tenerlo consigo en muchos momentos. Le permite al niño construir un área
intermedia entre él y la realidad-entre
él y otra persona.
Este
objeto tiene una característica muy particular, según la noción introducida por
el Psicoanalista Winicott, es objetivo y subjetivo. Objetivo porque se
constituye sobre un objeto real y Subjetivo porque se le atribuyen funciones en
el campo de la imaginación.
Es por
lo anteriormente dicho que ese objeto puede cobrar diferentes formas al momento
de ser utilizado fundamentalmente en el juego, por ejemplo: será un monstruo,
una capa, una alfombra mágica….
No
todos los niños experimentan tener este objeto de apego pero para aquellos que
lo tienen es necesario saber que el mismo es sano y natural ya que forma parte
de un proceso absolutamente evolutivo.
Ocupa
un lugar transitorio, generalmente comienza a aparecer con la separación de la
díada mamá-bebé, esto suele darse cuando el bebé comienza a reconocerse como un
individuo diferente, el objeto acompañante le brinda la posibilidad de
simbolizar la ausencia de su mamá, empezar a entender que las mamás van y
vienen y que no están todo el tiempo para ellos. Este objeto entonces es el que
les brinda seguridad y confianza.
En la
medida que los niños van creciendo, van adquiriendo una mayor independencia y
comienzan paulatinamente a internalizar a su mamá con lo cual esto les brindará
la confianza necesaria para sentirse seguros de si mismos, entendiendo que sus
mamás pueden o no estar pero eso no quiere decir que los vayan a dejar.
Hasta
que ese proceso, no menor, de internalización de su mamá se tiene absolutamente
incorporado, muchas veces los chicos utilizan esta herramienta.
Lo que
no debemos perder de vista es que dicha transición debe realizarse acorde a la
edad, lo importante es ir observando que el niño logre paulatinamente el
desapego e incorpore otras cosas nuevas y/o diferentes a su mundo.
La idea es que puedan ir desplazando su necesidad, si la
conducta queda fijada es necesario ayudarlos, debemos hacerlo paulatinamente ya
que la quita absoluta del objeto los dejará desprotegidos. La mejor manera será
realizarlo a través de diferentes juegos donde se logre poner la atención en
otros objetos desplazando el acompañante.
Todas las características del objeto (su color, tamaño,
forma, olor, textura, etc) se fijan en la memoria del bebé y es por eso que
muchas veces desean tenerlos cerca aún
cuando son un poco más grandes, esta conducta puede perdurar hasta los 5 o 6
años.
Por todo lo antes mencionado es sumamente importante
permitir que los chicos se desplacen con esos objetos, ya que con ellos se
sentirán más seguros, fundamentalmente frente a la ausencia de su mamá y a
situaciones de cambio.
Miriam Goldstein
Prof. Nivel inicialPara ampliar sugerimos lectura de nota complementaria: Objeto de Apego en el jardín de Infantes
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