Siguiendo la línea de los
juguetes inclusivos, debo reconocer que en la nota anterior tomamos a los mismos en relación al
género pero aparece una realidad como dato no menor que tiene que ver con la
inclusión en función a la discapacidad.
Con el correr de los años ha
comenzado a visibilizarse la discapacidad en las Instituciones Educativas con
lo cual es un gran desafío para toda la comunidad que se encuentra involucrada.
Los docentes deben instruirse al respecto para ser facilitadores en las
diferentes situaciones de sala o aula, los padres deben acompañar pudiendo dar
respuestas a las inquietudes de sus hijxs.
Es importante trabajar sobre
los valores y la información, formando ninxs seguros con una fuerte autoestima
para que puedan tejer y consolidar vínculos.
De esa forma, entre todos, se
estará trabajando sobre una verdadera inclusión.
Es en este plano donde los
juguetes cobran un rol importante ya que ofician como modelos de
identificación. Tener al alcance juguetes que “no sean perfectos” hace que se
pueda tomar con mayor naturalidad la diferencia, acercando a los chicxs a otras
realidades. Hacer tangible la dificultad
y discapacidad, puede ser un paso previo para evitar posteriormente la
discriminación. Es importante tomar de esa experiencia, de ese intercambio
lúdico, cuáles son sus inquietudes, necesidades, expectativas e intereses para
sumergirlos en la diversidad y que aprendan a respetarla.
Además otro dato importante
es que estos juguetes tienen la propiedad de facilitar la adaptación de la
propia condición.
Existen juguetes que son específicos
para colaborar con el desarrollo cognitivo, la atención, la concentración, la
motricidad… En ese caso serán de uso personal para facilitar y ofrecer los beneficios
adecuados pero aún así debemos tener en cuenta al resto del grupo pensando que
frente a la inquietud podemos abrir el abanico de posibilidades brindando la
explicación necesaria y permitiendo la
conexión con tales elementos ya que a través de lo vivencial se podrá facilitar
el proceso de comprensión sobre la especificidad de la discapacidad.
Otros juguetes en cambio
podrán formar parte del juego cotidiano, sería los llamados “juguetes de
identificación” en ese caso todos podrán tener el mismo acceso utilizándolos
con naturalidad, asumiendo que todas las personas son diferentes y que sus
necesidades varían en función a ello, por ej: muñecos con anteojos, audífonos,
etc… Quizás los adultos seamos más resistentes en incluir dicho material que
los chicxs en utilizarlo con naturalidad.
Para concluir podemos decir
que los juguetes inclusivos deberían ser tomados como herramientas de trabajo en
las propuestas lúdicas, un estímulo para generar empatía, desterrar la
discriminación y poder acompañar a los ninxs teniendo en cuenta sus verdaderos
desafíos, limitaciones, intereses, deseos y necesidades.
Recordemos que el juego es el
motor fundamental del aprendizaje, a través del mismo los chicxs pueden
apropiarse del verdadero objeto de conocimiento, si les ofrecemos esta
posibilidad estaremos abriendo una puerta importantísima haciendo que todos
tengan la oportunidad de desarrollarse, hacerlo a través del juego es
maravilloso ya que en ese lugar, jugando, todos somos “iguales”
Miriam Goldstein
Directora General
Dejo un link muy interesante
de juguetes de identificación con la discapacidad de donde tome las fotos
prestadas para esta nota