¿Que le brindamos de comer a nuestros hijos?
Fuente: Fundación InterAmericana del Corazón Argentina
#Obesidad Infantil
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el
sobrepeso y la obesidad infantil constituyen uno de los principales problemas
de salud pública del siglo XXI. Tanto es así, que se calcula que la obesidad
infantil se ha casi triplicado en los últimos 30 años.
A partir de un estudio sistemático realizado en 2014, la
prevalencia estimada de sobrepeso y obesidad en niños de América Latina en edad
pre-escolar (menores de 5 años) es de 7,1%. En escolares (5 a 11 años) es del 18,9% al
36,9% y en adolescentes (12 a
19 años) es del 16,6% al 35,8%. Del 20% al 25% del total de la población
de niños y adolescentes de América Latina tiene sobrepeso y obesidad. Es decir,
1 de cada 4 niños y adolescentes de América Latina.
Hasta hace algunos años el sobrepeso y la obesidad eran
percibidos como un problema de los países desarrollados. En la actualidad este
escenario ha cambiado radicalmente y la epidemia se ha extendido a una
velocidad alarmante a los países de bajos y medianos ingresos, particularmente
en las grandes ciudades.
Hoy existen en el mundo alrededor de 42 millones de
niños y niñas con sobrepeso, de los cuales más del 80% viven en países en
desarrollo.
Según datos de 2010 de la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y
Malnutrición de la OMS , Argentina
presenta el mayor porcentaje de obesidad infantil en niños y niñas menores de
cinco años en la región de América Latina con un 7,3% de prevalencia.
Además, según la Encuesta Mundial de Salud Escolar realizada en
Argentina en 2012 a
adolescentes de 13 a
15 años, en los últimos cinco años, aumentó el sobrepeso del 24,5% al 28,6% y
la obesidad pasó del 4,4% al 5,9%. Otros datos de relevancia indican que:
Solo el 17,6% de los encuestados consume 5 porciones diarias
de frutas y verduras
La mitad de los estudiantes consume 2 o más bebidas
azucaradas por día
Solo en 1 de cada 4 escuelas se ofrecen frutas y verduras en
los kioscos y 8 de cada 10 escuelas ofrecen bebidas azucaradas
En este contexto, para luchar contra la epidemia de obesidad
infantil y sus enfermedades asociadas, la responsabilidad individual no es
suficiente. El papel de los gobiernos es fundamental, y por ello deberían:
Asumir un compromiso político sostenido en el diseño y
adopción de políticas para reducir la obesidad infantil
Implementar políticas para garantizar a toda la población el
acceso a alimentos saludables y disminuir el consumo de alimentos no saludables
Implementar políticas para que todos los sectores sociales
puedan tener acceso a la actividad física periódica
Involucrar a múltiples actores (organismos internacionales y
nacionales, la sociedad civil y las empresas privadas) pero en un marco que
evite caer en conflictos de interés que atenten contra el desarrollo de las
políticas públicas eficaces.
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