Importancia de las mismas para acompañar y
comprender a nuestros hijos
Tener
en cuenta las cuestiones evolutivas es de gran utilidad para poder estimularlos
en las diferentes áreas y además nos ayuda a comprender que los chicos pasan
por etapas donde muchas veces algunas conductas se potencian, modifican o se
ponen de manifiesto de diferente forma.
Saber
sobre el tema nos resultará más fácil para entenderlos y/o acompañarlos en su crecimiento.
El niño de 1 año…
Es
importante anticipar que se producen cambios importantes a los 12 meses y luego
a los 18 meses aproximadamente.
En
principio debemos resaltar que a esta edad los chicos son absolutamente
motrices, se destaca esta conducta en particular ya que gatean con soltura y comienzan
a caminar, de allí se desprende el término “Deambulador”, disfrutan moviéndose.
Generan
una mayor independencia, esto les permite explorar, tocar y manipular todo lo
que encuentran a su alrededor, lo que les llama la atención, con lo cual los
adultos deben estar muy atentos a sus iniciativas.
Su
tiempo de concentración es limitado, se sienten motivados a cambiar de
actividad u objeto rápidamente.
Se
encuentran en una etapa oral, se ponen los objetos en la boca, necesitan
succionar, chupar.
Su
prensión les permite tomar un crayón o fibrón y realizar garabateos como así
también tomar objetos y dejarlos caer voluntariamente, es capaz de repetir
acciones y si las mismas le son festejadas lo hace con frecuencia y de manera
repetitiva.
Logran
evocar personas, objetos o situaciones presentes ya que existe una
representación (imagen mental).
Pueden
escuchar con mayor atención y empiezan a expresarse a través de balbuceos o a
repetir palabras como así también gestos y movimientos corporales.
Juegan
de manera individual ya que el mismo es paralelo, esto significa que pueden
compartir espacios y objetos pero aún no necesitan del otro, si hay alguien a
su lado puede resultarle indiferente.
A
partir de los 18 meses comenzaremos a notar que utiliza la pinza de los dedos y
sus movimientos de motricidad fina son más coordinados. Su andar es mas seguro
aunque todavía necesitan de una buena base de sustentación para generar el equilibrio
necesario.
Les
gusta utilizar arrastres, empujar, abrir y cerrar, poner y sacar.
Disfrutan
con los juegos de construcción, apilando y derrumbando.
Si bien
la característica del juego sigue siendo la misma (paralelo), les gusta estar
en compañía de sus padres. Aparece lo
que llamamos el juego simbólico, esto es cuando un niño empieza a representar
situaciones de la vida cotidiana y de imitación ej: darle de comer a un muñeco,
hablar por teléfono, dormir, comer, cocinar, etc…
Comienzan
a tener mayor intencionalidad de comunicación con los demás a través de gestos,
palabras sueltas o frases simples.
Pueden
separarse de su mamá gradualmente y por tiempos cortos. En este caso es
absolutamente necesario brindarles seguridad para que logren internalizar la
figura materna pudiendo luego despedirse natural y espontáneamente sabiendo que
volverán por él/ella. Los vínculos con otros se construyen y para ello se
necesita tiempo.
Tienen
mayor independencia y autonomía ya que quieren comer solos y a su vez son capaces
de resolver algunos encargos simples. (Ej: llevar y traer, agarrar algún objeto
que le pedimos…)
Es una
etapa de adquisiciones donde comienzan a internalizar y a capitalizar todas las
experiencias vividas, estimularlos e incentivarlos les brindará seguridad y
confianza en sí mismos.
Compartan
y disfruten junto a ellos!!!
Miriam
Goldstein
Prof.
de Nivel Inicial
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