Importancia de las mismas para acompañar y
comprender a nuestros hijos
Tener
en cuenta las cuestiones evolutivas es de gran utilidad para poder estimularlos
en las diferentes áreas y además nos ayuda a comprender que los chicos pasan
por etapas donde muchas veces algunas conductas se potencian, modifican o se
ponen de manifiesto de diferente forma.
Saber
sobre el tema nos resultará más fácil para entenderlos y/o acompañarlos en su
crecimiento
El niño de 2 años…
A esta
edad ya tiene algunas adquisiciones las cuales van afianzando y comienzan a
incorporar otras.
No es
tan deambulador y puede permanecer más tiempo concentrado aunque las
actividades aún son breves.
Son
capaces de prestar más atención y si se les pregunta su nombre comienzan a
decirlo
Pueden
escuchar historias simples con poco texto, aún necesitan observar imágenes
claras y llamativas.
Aumenta
su vocabulario y se comunican también con otros chicos, empiezan a armar frases
simples. Aparece la defensa personal si se sienten atacados o agredidos.
Si bien
comienzan a utilizar la palabra todavía prevalece lo corporal es por eso que
frente a la resolución de conflictos y frente a su propio deseo pueden tirar
del pelo, empujar, morder…esta conducta va cediendo en función a su crecimiento
y en la medida que los adultos colaboran oficiando de mediadores. Es importante
acompañarlos y poner en palabras lo que no le gustó o lo que están queriendo
obtener, de esa forma los ayudaremos a
mostrarles otros modelos posibles. En la medida que avancen en su desarrollo
irán adquiriendo otras posibilidades que lograrán aplicar.
Les
cuesta esperar y respetar turnos, lo quieren todo ya. Disfrutan estando otros
aunque debido a que están transcurriendo por una etapa egocéntrica, tienen
dificultades para compartir, esto genera conflictos con otros pares dentro de
un medio social.
Pueden
realizar pequeños encargos y generan mayor independencia, disfrutan de ello, es
importante incentivarlos y motivarlos para que lo hagan ya que estaremos
colaborando con su autonomía y seguridad. Les agrada comer solo, lavarse las manos, vestirse (lo
realizan en la medida de sus posibilidades, esto a veces les ocasiona enojos
frente a sus propias limitaciones)
Son
capaces de demostrar algunos sentimientos (alegría, enojo, entusiasmo…), otros
en cambio aún les cuesta ya que no tienen la posibilidad de reconocerlos.
Pueden cambiar su estado de ánimo con mucha facilidad es así como en ocasiones
los observamos llorar y rápidamente si algo les llama la atención o los hace
reír se les pasa inmediatamente.
Sus
niveles de frustración pueden manifestarse a través de grandes enojos o
rabietas,
Es una
etapa donde comienzan a oponerse al adulto y aparece el “NO”, es una forma de
separarse y de distinguirse de ellos, reconociéndose como alguien diferente.
Todavía
se cansan y necesitan dormir siesta, las
actividades excesivas los llevan a extremos de irritabilidad que los pone
intolerantes, llorosos, etc
Pueden
y les agrada dramatiza situaciones de la vida cotidiana, imitan a otros y su
juego aún es paralelo (comparte espacios y objetos sin necesitar interactuar
con el otro) Comienzan a participan en juegos grupales y de persecución.
Se
sienten más seguros corporalmente, corren, pueden subir escaleras con ayuda del
adulto o tomados de un pasa manos, saltan, empujan, arrastran, etc… han
adquirido mas habilidades y se van perfeccionado en su motricidad general
(gruesa) como así también en la motricidad fina por ej: prensión: lápices, pinceles…
Aún se
encuentran en una etapa de exploración de elementos con lo cual les gusta
meter-sacar, abrir -cerrar, arrastrar, trasvasar, enroscar-desenroscar…
Con
respecto al dibujo continúa el garabato descontrolado ya que no respetan los
límites y a su vez se observan niveles de descarga en sus trazos.
Les gustan
las fotografías, puede reconocerse y a su vez reconocer a otros, también se
identifican frente al espejo y les ocasiona gracia.
Están
cerrando la etapa oral donde todo se lo llevan a la boca con un fuerte deseo de
succión, es por eso que comienzan a dejar el chupete y la mamadera para pasar a
otra instancia, etapa.
Empiezan
a tener un mayor registro del control de esfínteres, pueden reconocer entre el
pis y la caca, cuando terminaron de hacer, si el pañal está sucio, desean
cambiarse, etc
Jugar y
realizar prácticas en casa que anticipen estas situaciones los ayudará para el
control definitivo.
Respecto
a esto podemos decir que entre los 2 y 3 años logran dejarlos.
Con
todo lo descrito estamos en condiciones de entender un poco más sus
comportamientos, acompañarlos y ofrecerles diferentes alternativas en todas las
áreas facilitara su desarrollo para que logren una mayor independencia y
seguridad en sí mismos.
Miriam
Goldstein
Prof. de
Nivel Inicial
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